05 octubre, 2007

De las Incomodidades...

“De las Incomodidades de Tener Alas”

Para Octavio.

Esta historia no tiene tiempo. No sé cuándo pudo haber comenzado y seguro que nadie más la va a contar, pero eso no importa porque en realidad no es historia. Es la realidad. La mía.
Me molesta sobremanera que la gente piense que todos los ángeles forzosamente tienen alas, pero me molesta, caso particular, que crean que yo soy un ángel.
Tener alas no es necesariamente significado de divinidad, al contrario, a veces he pensado que es un castigo, afortunadamente, no todos las ven…
Los niños son, sin excepción, observadores, más aún, escudriñan con detenimiento todo lo que se posa ante sus ojos. Los niños siempre han visto mis alas.
No tengo problemas en contestar torrentes de preguntas a ellos, no me sofocan sus miradas de asombro. Más bien me preocupan “los grandes.”
Una vez, en un puesto de tacos, sentí sobre mi humanidad el peso de algunas miradas y me di cuenta de que toda la gente a mi alrededor me miraba idiotizada. Una señora, que por cierto estaba con su hijo pequeño, me pidió una pluma, lo cual francamente me molestó, y le dije: Señora ¿alguna vez le han arrancado un pelo púbico? La mujer pareció no escucharme y como el niño empezó a hacer su puchero, opté por regalarle la mal llamada “pluma”.
En realidad, la gente no imagina lo doloroso que es arrancarse una “pluma”. Duele casi igual que quebrarse un dedo o sentarse en una tachuela. Duele casi igual que una inyección o la mordida de un perro. (Duele más o menos así.)
¿Volar? Volar es un placer casi prohibido. No puedo volar de día. Cuando llevo prisa tengo que amarrarme las alas, pues me veo demasiado tentada a usarlas y comienzan a moverse sin que logre controlarlas. Tengo que andar en transporte común, lo cual es un martirio pues mis alas se doblan, chocan con todos, estorban a todos (nadie se explica porqué ocupo tanto espacio si mi mochila no es tan grande.)
Sólo vuelo de noche y en lugares poco transitados. En resumidas cuentas, esto de tener alas no es ninguna genialidad, aunque hoy en día es menos peligroso, pues la gente va tan ocupada y envuelta en sí misma que ya no se percata de nada, lo cual sí es muy peligroso, y más que peligroso, preocupante.
Sólo de vez en cuando disfruto de mi deformidad, es de veras divertido saludar a la gente que vuela en aviones, asustar a las abuelas cuando revoloteo sobre algún tejado, llevar a algún ciego a dar un paseo por el cielo, salvar a cualquier suicida sin que se dé cuenta –muchos piensan que la gracia divina los rescató por alguna razón,- llevar a algún desahuciado a dar su primer vuelo-
Sólo de vez en cuando, juego a que soy un ángel.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Julieta:

¡¡¡Bienvenida al Burdel!!! Creo que será interesante ver cómo una pluma femenina se va acomodando en este lugar.

Estuvo rifado que tan pronto cruzaste las puertas del Burdel nos compartes una entrada con un estilo totalmente diferente a lo que se ha leido aquí, y hasta con un toque de humor: "Señora ¿alguna vez le han arrancado un pelo púbico?".

Espero impaciente tus próximas entradas y tus comentarios.

Nos estamos leyendo... saludos!!!

V.N.

NAHUAL INSANE48 dijo...

Hola julieta!!

una grata sorpresa verte entrar al bourdel, espero te sientas comoda con tantas ideas corriendo y danzando, ojalá juegues mas a ser angel y nos lleves de paseo al cielo, como ciegos, y nos muestres tus escritos.

Bienvenida, y mucha vibra positiva!!

Juan Pablo dijo...

Julieta. No tengo duda de que tu llegada debe marcar un nuevo respiro de este lugar. No obstante, primero lo primero.

Me gusta la idea y el estilo; disfruté realmente lo que leía: una secuencia clarísima de pensamientos. Hay, no obstante, un misterio palpable en la fundición de la realidad y la fantasía: ¿cómo hacer para vislumbrar a la vez un vello púbico en una taquería y un ser dotado de alas?Me gusta, me parece una idea interesante.

Pasando a lo segundo. Celebro tu entrada por dos razones: porque traerás una nueva brisa a la, quizá, acostumbrada realidad de "los mismos textos"; y segundo, y no menos importante, porque quizá se revalorará la importancia del comentario, del seguimiento que se le da a las obras. A quienes integran este espacio y quienes nos visitan: sin comentarios el lugar pierde el sentido, ya que lejos de una revista, nos encontramos aquí con un espacio abierto al rebote de ideas. Ojalá sea este un momento que refresque el sitio y volvamos realmente a darle la vida que ha tenido.

Saludos, bienvenida.

JP.

Leo dijo...

Julieta:

Bienvenida!! Es una grata sorpresa verte por aquí en tus letras.

Me gusta la idea del vuelo como un placer prohibido y, más aún, que sea reservado para la noche...el tiempo donde das paso a tu verdaero yo y te liberas del mundo.

Apoyo los comentarios de los otros burlesques y estoy seguro que tus alas nos llevarán contigo a tus vuelos en este rincón osbcuro.

Julieta Azabache dijo...

Gracias por dejarme ser una prostituta...
Jeje, lo siento chiste local... Gracias por las bienvenidas, gracias por el espacio, los comentarios.
Aquí estamos.
Azabache.

 
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