12 enero, 2008

Medianoche



Es sabido que en días tranquilos
al mar, para ser mar,
le falta el viento

el mundo habla a diario
sobre la inminente necesidad de la noche
para que el día sea considerado eterno

es cosa común que el grande busque al chico
y que éste busque, a su vez, al mediano
para acabar, al fin, todos en un árbol o tendidos en el piso

es tan natural, incluso lógico,
que los sonidos de las letras ante tus ojos enmudezcan
(¿acaso no lo habías pensado?),
y tan cierto que los ciegos,
hartos de las sombras,
contemplen las estrellas,
que me resulta incomprensible,
sencillamente inexplicable,
que me interne en el tren de medianoche
a un lugar cuyo destino
no sea otro que tus sueños

Leo Cerezo

4 comentarios:

Vanessa Segovia dijo...

Me agrada el hecho de poder leer poesìa que no caiga en la cursileria ni en el exceso de metaforas.
Bueno pues yo sigo pensando que tu estilo es bastante digerible.

octavio dijo...

Muy bueno, me encantó la imagen de los ciegos que contemplan estrellas

pacoy dijo...

y que?
para cuándo nuevas cosas...
si ya se que algunos andan de estudiosos, otros se mudaron y algunos hasta contrageron nupcias, peo no lo dejen, falta mucho de esto allá afuera, así que urgen cosas nuevas...
saludo

Vicente Navarro dijo...

Aunque a destiempo mi comentario, no puedo dejar de compartirte que me a gustado esta "Medianoche". Ese ritmo de la poesía latinoamericana y esa levedad con que las letras conducen a lo fundamental de la entrega absoluta son dignos de celebrarse.

¡Un abrazo, carnalito!

VN

 
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